Miercoles 19 de Noviembre de 2025, 17:12 hs.
Noviembre 2025
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Tras exponer ante el Concejo Deliberante el análisis del proyecto de presupuesto para 2026, el secretario de Gobierno del Municipio de Río Grande, Gastón Díaz, trazó un panorama marcado por la “incertidumbre económica y financiera nacional”, la caída de la actividad comercial y la fuerte dependencia de las transferencias por coparticipación. Además, insistió en que el debate presupuestario exige “responsabilidad tanto del Ejecutivo como del Legislativo”, y desmintió versiones sobre “supuestos aumentos impositivos del 40%”.
El secretario de Gobierno del Municipio de Río Grande, Gastón Díaz, explicó que el Ejecutivo municipal inició las presentaciones formales del presupuesto tal como exige la Carta Orgánica, con exposiciones de la Secretaría de Finanzas y de la Secretaría de Gobierno.
En ese marco, advirtió que “la elaboración de las partidas está directamente condicionada por la desaceleración económica y la baja en los recursos”, dijo en el dialogo con Radio Provincia.
“Hay una caída de la actividad comercial y eso implica menos ingresos, nuestro objetivo es sostener los servicios esenciales: transporte, recolección, mantenimiento de edificios públicos, inversión social, salud municipal y potabilización del agua”, precisó.
Con un financiamiento fuertemente dependiente del contexto nacional, Díaz remarcó que el “81% de los recursos municipales provienen de coparticipación nacional, provincial y regalías, mientras que solo el 9% corresponde a impuestos municipales, automotor e inmobiliario, y otro 6% a tasas”.
Esa composición coloca a Río Grande en una posición de “vulnerabilidad, ya que toda disminución de actividad económica repercute directamente en los ingresos”.
Además, agregó que “si cae el consumo, cae el IVA, si cae la facturación, bajan los ingresos brutos, todo eso es lo que llega a los municipios”, señaló.
Desmiente un aumento del 40% y aclara cómo se actualizan los tributos
Una de las discusiones que circuló en ámbitos políticos y mediáticos fue la posibilidad de un incremento del 40% en los impuestos municipales, para lo cual Díaz fue categórico al señalar que “eso es un error, no hay ningún aumento del 40%, lo que existe es la actualización de la Unidad Fiscal, pero esa unidad no se usa para los impuestos inmobiliario y automotor”.
El funcionario aclaró que “ambos tributos se actualizan automáticamente por ordenanza, en función del valor fiscal del bien, vehículo o propiedad, sin intervención del Ejecutivo municipal”.
Explicó también que “la Unidad Fiscal actualiza únicamente las tasas municipales, que representan el 6% del presupuesto”.
Recordó que “el año pasado la UF había sido bonificada en un 50% tras un salto del 197% del índice IPIN, y que para este año el aumento del IPIN es del 24%, con una bonificación propuesta del 45%”.
“Los impuestos van atados al valor del bien, no a la Unidad Fiscal, tal vez hubo confusiones o malas interpretaciones, pero ese es el sistema vigente”, insistió.
Dependencia del contexto provincial y nacional
El secretario de Gobierno también subrayó que el análisis del presupuesto local se da en un escenario en el que ni la provincia ni la Nación tienen sus propios presupuestos aprobados, y ambos podrían terminar siendo reconducidos.
En este sentido, dijo que “estamos discutiendo un presupuesto cuando la provincia todavía no presentó el suyo y la Nación ni siquiera inició el debate, esa incertidumbre obliga a ser extremadamente cuidadosos”, alertó.
Díaz coincidió con planteos recientes de legisladores provinciales: elaborar presupuestos sobre supuestos nacionales poco claros, tipo de cambio proyectado, inflación prevista, crecimiento estimado, obliga a revisar durante el año las partidas ya aprobadas.
“El Gobierno nacional proyecta un dólar a $1.347 para 2026, cuando hoy ya está por encima. Y habla de una inflación del 10,3%, pero este año ya superó el 24%. Con esas inconsistencias, es obvio que habrá que revisar lo que se apruebe”, explicó.
Prioridades: servicios esenciales y control del gasto
El funcionario reiteró que, ante la baja de recursos, el Municipio debió “reorganizar este año su gasto para priorizar servicios esenciales: transporte, limpieza urbana, residuos sanitarios, salud municipal, asistencia social, y obras sanitarias”.
También defendió la continuidad del sistema municipal de salud al marcar que “no es una obligación constitucional, pero es una política pública que Río Grande sostiene y profundiza. El Estado está presente y queremos que siga así”.
Díaz insistió en que la discusión presupuestaria debe centrarse en “auditar cada gasto, jerarquizar cada proyecto y evitar superponer estructuras”, tanto a nivel nacional como provincial y municipal.
Un debate que será político, pero se espera acuerdo
Sobre el clima en el Concejo Deliberante, el secretario consideró que el debate “inevitablemente será político”, dado que existen cinco bloques de distintos espacios.
Sin embargo, se mostró confiado al señalar que “como en años anteriores, creo que vamos a poder aprobar el presupuesto. Si hay que hacer readecuaciones, no tenemos problema. La centralidad la tiene el vecino”.
Díaz aseguró que en las primeras presentaciones observó “sintonía” entre concejales y funcionarios respecto a la gravedad de la situación nacional.
Lectura política post electoral: más cercanía con el vecino
Consultado sobre la situación política interna tras las elecciones, Díaz fue autocrítico y al respecto señaló que “la ciudadanía reclamó mayor cercanía del Estado con los problemas cotidianos”.
“No se trata de más Estado, sino de un Estado que se ocupe de lo que le corresponde, calles, espacios públicos, salud, seguridad, justicia. Las elecciones dejaron claro que debemos estar más cerca de los problemas reales”.
Por último, recordó que “durante la campaña, muchos vecinos le plantearon problemas simples pero urgentes, como pérdidas eléctricas que arruinan alimentos, que muestran la necesidad de una gestión más cercana y eficiente”.
FUENTE: p23