Parlamento Fueguino: FINNOVA reclamó un debate público antes que se vote la ampliación del ejido urbano de Ushuaia

Ante el inminente tratamiento legislativo de un proyecto de ampliación del ejido urbano de Ushuaia, que se intentaría votar en la Legislatura el próximo lunes, desde la Fundación Innovación Fueguina (FINNOVA) expresaron su preocupación “por los tiempos, la falta de debate público y la ausencia de una planificación integral acorde a la magnitud de la decisión”.

A través de un artículo publicado en su web, desde la fundación advirtieron que “se trata de una iniciativa que definirá el rumbo de la ciudad durante las próximas cuatro décadas, por lo que resulta imprescindible que la comunidad fueguina tenga voz y participación real en el proceso”.

“No estamos hablando de una ordenanza menor ni de una decisión administrativa. Estamos hablando de una definición estructural sobre qué ciudad queremos para Ushuaia en los próximos 40 años”, sostuvo Ramiro Requejado, presidente de FINNOVA.

‘Una decisión estructural no puede votarse a las apuradas’

Desde FINNOVA señalaron que una ley de estas características no puede resolverse en pocos días, ni en un contexto donde el debate público queda inevitablemente reducido.

“Una decisión que va a marcar generaciones no puede salir a las apuradas. Necesita tiempo, información pública, estudios técnicos y participación ciudadana”, afirmó Requejado.

Además, remarcaron que aun en el caso de avanzar legislativamente, el proyecto debe ser sometido a referéndum popular, para garantizar legitimidad democrática y transparencia en una definición que afecta de manera directa a toda la ciudad.

Qué significa ampliar el ejido urbano

Uno de los puntos que FINNOVA consideró centrales es explicar con claridad qué implica ampliar el ejido urbano. No se trata solo de “sumar hectáreas”, sino que un proyecto de estas características otorgaría carácter urbano a territorios que hoy cumplen funciones ambientales, paisajísticas o turísticas.

“Cuando un área pasa a ser urbana, se habilita la posibilidad de edificar, de abrir calles, de instalar infraestructura. Por eso es fundamental discutir dónde sí y dónde no, y bajo qué criterios”, explicó Requejado.

Desde la fundación advirtieron que, sin una zonificación clara, una expansión del ejido podría generar situaciones absurdas o irreversibles, como habilitar usos urbanos en zonas de alto valor ambiental o turístico, que deberían ser preservadas o gestionadas con otro tipo de regulaciones.

Pensar la ciudad que queremos

FINNOVA planteó que el debate de fondo no es solo territorial, sino conceptual: definir qué modelo de ciudad se quiere construir.

“Hay que discutir si queremos una ciudad que se expanda cada vez más o una ciudad que se ordene, se densifique de manera inteligente y mejore la calidad de vida de quienes ya viven en ella”, señaló Requejado.

En ese sentido, recordó que numerosos estudios y experiencias internacionales muestran que la densificación planificada suele tener menor impacto ambiental, menores costos de infraestructura y mejores condiciones de acceso a servicios, en comparación con modelos de expansión dispersa.

Servicios, ambiente y realidad actual

Desde FINNOVA señalaron también que avanzar en un proyecto que propone incorporar miles de hectáreas adicionales al ejido urbano abre interrogantes sobre la capacidad real de la ciudad para acompañar ese crecimiento de manera ordenada.

A esto se suma el impacto ambiental: bosques, cuencas hídricas y paisajes naturales que forman parte del principal valor diferencial de Ushuaia como ciudad turística y ambientalmente singular.

Debate público, estudios y consenso

FINNOVA insistió en la necesidad de abrir un debate público amplio, que involucre a urbanistas, ambientalistas, universidades, sectores productivos, instituciones locales y vecinos.

“Cuando una decisión va a marcar el rumbo de la ciudad por décadas, lo mínimo que se necesita es un debate real, con datos, estudios y distintas miradas sobre la mesa”, sostuvo Requejado.

La fundación propuso avanzar en mesas técnicas multisectoriales, estudios de impacto ambiental y territorial, y la publicación de información clara que permita a la ciudadanía comprender qué se está discutiendo y cuáles son las consecuencias de cada alternativa.

Institucionalidad y largo plazo

Finalmente, desde FINNOVA remarcaron que la calidad institucional es un activo central para el desarrollo de Ushuaia y de Tierra del Fuego.

“Las ciudades que planifican bien son las que piensan a largo plazo y toman decisiones con información y consenso. Ushuaia necesita ese camino, no soluciones rápidas que después se transforman en problemas estructurales”, concluyó Requejado.

Desde la fundación reiteraron su disposición a aportar datos, estudios y espacios de diálogo, convencidos de que el crecimiento urbano debe ser el resultado de una política pública planificada, coherente con la identidad de la ciudad y pensada para las generaciones futuras.

FUENTE: criticasur