El magistrado se encuentra procesado por graves delitos cometidos en la tramitación de la Causa AMIA cuando se desempeñaba como secretario del ex juez Juan José Galeano.
El Juez de Instrucción Javier De Gamas Soler presentó su renuncia al alto cargo que ocupa dentro de la Justicia fueguina por haber iniciado el trámite jubilatorio, por lo que su dimisión está condicionada a recibir el alta por parte de la baja de previsión social de la Provincia.
De Gamas Soler volvió a adquirir relevancia mediática a fines del mes pasado, cuando la Justicia Federal le rechazó un recurso extraordinario y agravó su situación procesal al imputarlo de haber cometido los delitos de “incumplimiento de los deberes de funcionario público, encubrimiento, peculado, privación ilegal de la libertad y prevaricato" por el rol que jugó como secretario del ex Juez Galeano en el marco de la causa AMIA.
La novedad de que De Gamas Soler ya inició su trámite jubilatorio se conoció ayer durante la reunión que mantuvo el Consejo de la Magistratura.
En el acta del encuentro del organismo encargado de la selección y remoción de Magistrados se señala que “el consejero Villegas plantea su preocupación por la situación procesal del Dr. De Gamas Soler, en función de las noticias que tuvieron difusión pública. Seguidamente, el Sr. Presidente (el juez del STJ Ernesto Löffler) hace saber al resto de los consejeros que también tomó conocimiento de dichas noticias, y con motivo de ello, consultó al Sr. Presidente del Tribunal al respecto, quien le manifestó que el Dr. De Gamas Soler presentó su renuncia condicionada al cargo que ocupa como consecuencia de haber iniciado el trámite a los fines de obtener el beneficio jubilatorio”. Se deja constancia que los Consejeros “por unanimidad, encomiendan que por Secretaría se consulte acerca del estado de la causa y la situación procesal del magistrado, al juzgado en el que ramita la causa penal que dio lugar a las noticias referidas”.
Fuentes judiciales consultadas por EDFM indicaron que mientras el juez De Gamas Soler se encuentre sin un procesamiento firme, y por ende sin fecha cierta de enjuiciamiento, está en condiciones de seguir ejerciendo como magistrado y, llegado el caso, jubilarse. Llegada esa instancia, una vez concedida la jubilación, se hará efectiva su renuncia y ya nada podrá haber el Consejo de la Magistratura sobre el particular.
FUENTE: edfm
